“EL VALOR DEL
ARTE: ARTE Y MERCADO EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO”
“Desde los inicios del Arte y durante
todo el siglo XX, el concepto del arte estaba idealizado, por lo que pensar en
un precio, en un valor para una obra de arte no estaba bien visto. Pensar en su
costado material, en su costado económico, parecía sinónimo de degradar su
función estética más alta, de transmitir una idea, un concepto o un
sentimiento.
Desde los inicios del
siglo XXI se ha vivido un boom en los precios de venta del Arte hasta la crisis
del 2008. De cualquier manera, esa crisis global abrió nuevos debates ya que,
ante la crisis de los activos más tradicionales (acciones, propiedades) los
inversores comenzaron a preguntarse si el Arte no podía ser un activo que conservara
el valor, incluso en tiempos de crisis.”
¿Cuál es el costado
económico del Arte?
“La respuesta está en los hechos, hay
obras que han alcanzado precios de venta siderales: hay una obra de Paul
Cézanne que se vendió en 250 millones de dólares, o una de Jackson Pollock a
140 millones de dólares. Aquí es donde uno se pregunta por qué alguien llega a
pagar tanto dinero. La respuesta quizás está justamente en la preocupaciones de
algunas personas por invertir su dinero y que, al ver los precios que se
manejan, empiezan a ver el Arte de una manera distinta.”
¿Qué es lo que hace
que una obra valga “X cantidad” de dinero?
“Hay muchas variables en juego. El
mercado del Arte ya no es uno, sino son muchos. La construcción de valor de una
obra no necesariamente está ligada al dinero. Una Obra de Arte tiene una doble
faceta, por un lado es considerada una mercancía, ya que es un objeto de
intercambio. Por otro lado, si bien puede tener un valor monetario, al mismo
tiempo tiene una carga simbólica por su capacidad de comunicar y transmitir
ideas superiores, espirituales, estéticas.
Aquí surge la
paradoja de cómo ponerle valor a lo invaluable, a la idea de lo bello, de los
sentimientos.
Las contradicciones
aparecen incluso entre los marchands… ellos dicen que el Arte es totalmente
invaluable, sin embargo las obras tienen un precio… esto funciona como un
discurso en pos de formar un valor que se pueda traducir o no en valor
monetario.”
¿Cuál es la relación
entre el Arte y el Mercado?
El arte y el mercado
no son opuestos ni enemigos, se necesitan mutuamente y sin embargo también se
rechazan. El Arte en sí mismo es una contradicción sobretodo si se la relaciona
con la idea de mercado.
En resúmen, el Arte
tiene dos valores: un valor simbólico y un valor monetario y, entre ambos, se
construye un precio.
Dentro del mercado
del Arte aparece también el mercado del conocimiento. Alrededor de las grandes
ferias aparecen siempre grandes simposios o charlas dictados por críticos,
historiadores reconocidos. No sólo entra en juego el valor de la obra y el
artista, sino también estos actores que directa o indirectamente influyen en el
precio final de una obra.
De cualquier manera,
esto no es una ciencia exacta… el valor de una obra y su modo de calcularlo es
muy variable… en ese sentido, el arte está más relacionado a la idea de la
Bolsa que del Mercado.
El valor simbólico de
la obra es crucial, y ese valor se construye con exposiciones, con el
reconocimiento del artista, con la popularidad de las exposiciones del artista,
la cantidad de libros editados sobre su obra. La acumulación de estos factores,
generan y acrecientan el valor simbólico de su obra. En los años 70 si a algún
artista le iba bien en el mercado, generaba sospecha desde lo estético, se lo
consideraba un artista decorativo. Hoy por hoy, si bien por momentos sigue
pasando, no genera tanta sospecha. Incluso en algunos casos, el éxito en el
mercado legitima el valor de una obra.”
Un claro ejemplo de
un artista argentino:
“Cuando León Ferrari presentó la famosa
exposición en el Centro Cultural
Recoleta (que había sido en otro momento un convento) con simbología religiosa
que en algunos sectores fue considerado ofensivo, la exposición fue tan
polémica, tan mediática y generó tanta repercusión, que al año siguiente cuando
expuso en el Moma una retrospectiva, el valor de su obra se acrecentó
notablemente. Una ilustración de León, antes de la exposición de Recoleta se
podía conseguir por 500 dólares. Hoy por hoy, un dibujo de los años 70 no baja
de los 20 mil dólares.”
Paul Cézanne y Damien
Hirst como ejemplos antagónicos:
“Hay casos de artistas que han sido muy
reconocidos por la “academia” (críticos, curadores, marchands, etc.) que sin
embargo sus obras nunca han alcanzado grandes valores desde el punto de vista
monetario; y muchos otros que han sido minimizados por estos actores y sin
embargo han vendido sus obras a precios extraordinarios.
Dos ejemplos
antagónicos en este punto son Paul Cézanne que vivió y murió pobre, alcanzando
reconocimiento de manera post-mortem y Damien Hirst, del que sólo se encuentran
artículos referidos al valor de venta de su obra. Como si el valor al que vende
sus obras las legitimara en términos artísticos.
“For the love of God”
es una obra de Damien Hirst. Se trata de una
calavera humana con diamantes incrustados que fue vendida en 100 millones de
dólares. Los críticos dijeron que fue una vuelta al valor monetario de la obra,
ya que su valor simbólico como artista estaba bajando. La obra fue comprada por
un consorcio (del cual el mismo Hirst formaba parte) a cambio de que la obra
tuviera durante cinco años un recorrido por diferentes museos del mundo, en pos
de ganar reconocimiento y por tanto, valor simbólico.”
¿Cómo influyen las
Instituciones?
“La relación entre las Obras y las
Instituciones son complejas y estas Instituciones son las que terminan
otorgando el valor simbólico.
Los valores no son
naturales, son construcciones sociales que se dan a partir de muchísimos
canales.
Los artistas
usualmente se niegan a hablar públicamente del valor de sus obras y durante las
galerías sólo lo hacen finalmente cuando hay una oportunidad concreta de venta.
También en las galerías existe el white cube, que es como el lugar inmaculado
para la obra expuesta, y la venta sucede en una oficina al fondo. Esta negación
de lo monetario es justamente la que le termina otorgando los precios tan
elevados. Si la obra es invaluable, no tiene techo. El techo estará signado por
el precio al que alguien este dispuesto a pagarla. “El arte no puede ser
valuado, pero le vamos a intentar poner un valor dentro de esta dinámica
ocurren las negociaciones.”
¿Cuáles son las
estrategias de los agentes del Arte?
“Hay artistas o grupos de artistas, o
galerías y marchands que luego de una venta ampulosa, donan alguna obra, o
algún grupo de obras a alguna institución, como queriendo limpiar las culpas de
la venta, y también un poco la imagen del artista.
El Museo Nacional de
Bellas Artes, tiene un gran porcentaje de obras donadas. Esa supuesta donación
desinteresada es también una estrategia más o menos consciente que le otorga un
valor simbólico mayor al resto de las obras no donadas de ese artista.”
¿Es el Mercado del
Arte común a cualquier otro tipo de Mercado?
“No es casual que los artistas
norteamericanos sean los que alcanzan los precios más exorbitantes de sus
obras. Esto muestra que no tiene nada que ver con la calidad de las obras. No
porque los norteamericanos no hagan obras de calidad, sino porque no son los
únicos que las hacen y sin embargo son los que mejor las venden. La parte
simbólica, económica del valor del arte se va dando también en relación de las
grandes potencias. Los artistas ingleses y norteamericanos alcanzan más
fácilmente precios elevados que los artistas provenientes de países más
periféricos, al igual que cualquier otro tipo de mercado.
Tal es el caso, que
cualquier artista latinoamericano que logre ser adquirido por alguna casa de
remate importante (Christie´s o Sotheby´s), empieza a valer más incluso dentro
de su mercado local.”
Fuente: charla del Ciclo “Aproximación al Arte Contemporáneo” en el CICJUAN CRUZ ANDRADA: (CONICET-IDAES/UNSAM)
titular de la cátedra de Mercado del Arte e Historia del arte I y II en la
carrera de Curaduría y Gestión Cultural del CIC
Visto
ResponderBorrarLaura Julia Cali
ResponderBorrarGalimberti María Soledad
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