ANTROPOFAGIA

LA VANGUARDIA BRASILEÑA: ANTROPOFAGIA

Un grupo de jóvenes brasileros irrumpió en la cultura brasilera en 1922 con la Semana de Arte Moderno en San Pablo, que consistió en una muestra de diferentes artes. Entre ellos estabanOswald de Andrade, la artista plástica que luego sería su mujer –Tarsila do Amaral– y Mario de Andrade, entre otros. Además de colaborar en revistas modernistas como Klacson, Oswald de Andrade publicó dos manifiestos: en 1924, el Manifesto da Poesia Pau-Brasil, y en 1928 el Manifiesto antropófago, donde expone el ideario de la vanguardia modernista brasileña.

Siete leyes del arte simplifican el programa expresado en el Manifesto Pau-Brasil. Y de esta receta surgen, más que obras de arte, nuevas formas de relacionarse con el mundo, que lo modifican en ese acto. “La poesía existe en los hechos” es el comienzo el texto, como un anticipo del tema que recorre todo el movimiento antropófago: la relación entre la literatura y la vida.

Mario Cámara señala al canibalismo como el significante sobre el que Occidente, al calificar al otro, construyó su propia identidad a partir del mecanismo de la oposición. El gran olvido de esta distribución de roles es que Occidente proyecta en ese otro lo que no podía digerir de sí mismo. Solo puede nombrar aquello que reprime al verlo alejado de sí, y ese acto de nombrar habilita el castigo, que dirige a aquel a quien sacrifica para mantener la pureza.

Las implicancias éticas de la teoría estética del primer manifiesto pasan a primer lugar en el segundo. El pensamiento y el arte deben acercarse a la experiencia propia, la experiencia de la mezcla. De forma que, renegando de las formas heredadas, se hace necesario el establecimiento de nuevas preceptivas para estructurar el trabajo artístico. Aquí Andrade se aleja de las vanguardias que confían al azar sus producciones y propone una digestión consciente y crítica de todo material.

El Manifiesto Antropófago se pronuncia contra el arte que tiene por función el control del ocio para mantener alejada la mente de la vida. Esta es la transacción donde Andrade desnuda la conveniencia del colonizador y del patrón. Ellos traen la cultura y se llevan la riqueza. En su poema Música de manivela, fuente subraya la relación de la cultura con el mercado como una poción de olvido para las fatigas diarias. En cambio, la antropofagia propone exportar la poesía, sacar la cultura propia. La antropofagia disuelve la diferencia entre nacionalismo y cosmopolitismo a través de la incorporación del otro en el cuerpo propio. Por eso, lo universal se revela como un espacio vacío, a conquistar, y el reclamo de singularidad que quiere ocupar ese espacio. Es notable la cantidad de ítems de consumos culturales occidentales que se enumeran en los poemas y en los manifiestos. La poesía Pau-Brasil es de exportación porque con el gesto del robo instaura una deuda: el desafío de ser robado. A la mezcla se le opone la actitud higiénica, el miedo al cambio que busca una pureza imposible reprimiendo la parte salvaje del hombre. La antropofagia, a través de una apertura sistemática a la experiencia sin discriminar el origen de los estímulos, consigue condensar universos de significaciones disímiles en pocos versos.


Tarsila do Amaral. Sol Poente, 1929
Tarsila do Amaral. Sol Poente, 1929


El antropofagismo representa para los artistas sudamericanos la forma de fundir el arte y las ideas modernas con los temas indígenas, por ello se convierte en un movimiento esencial para la constitución del arte modernista brasileño, protagonizado en su mayoría por pintores e intelectuales.
El manifiesto antropófago del poeta y ensayista O. de Andrade de 1928 invita a los artistas, hasta ahora influidos por los movimientos europeos, a superar esta hegemonía. En esta línea es clave el trabajo de Tarsila do Amaral (1886-1973), pintora y escultora brasileña que se encuentra en 1920 en París estudiando en la Académie Julian y en 1923 trabajando con Gleizes y Léger, asumiendo las lecciones del constructivismo ruso y el cubismo, y desarrollando posteriormente un arte nacional enraizado en sus orígenes. La introducción de la modernidad en el resto de América Latina sigue ese mismo camino en diversos grados. Además la antropofagia nos enseña que toda obra de arte nace por devoración de los modelos.


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