Arte Póvera


Denominación creada por el crítico de arte italiano Germano Celant bajo la cual se integran actividades artísticas muy variadas pero que en general todas tienen en común la utilización de materiales pobres como paja, arena, piedras, ramas, hojarascas, fragmentos u objetos de metal, piezas de loza o vidrio, aunque los artistas del movimiento usaron también oro, seda, mármol o cristal de Murano.
Surge en 1967 en Italia, año en el que se organizaron dos importantes exposiciones, y alcanzó una gran repercusión internacional en 1972 por el protagonismo que tiene en la quinta edición de la Documenta de Kassel. Los artistas más representativos del movimiento son: Kounellis, Anselmo, Zorio, Pistoletto, Merz, Boetti, Penone y Fabro.
El arte povera basa su estética en las relaciones entre el objeto y su configuración, valorando especialmente dos aspectos: por un lado, los procedimientos entendidos como proceso de fabricación y manipulación del material, y por otro, los materiales. Estos dos elementos van estrechamente relacionados de forma que hay obras que parten de determinada acción sobre el material (como pueden ser apilar, desgarrar, torsionar); por el contrario, el artista parte de un material como por ejemplo fieltro, caucho, tierra, fuego… al que le somete a una determinada acción. Este arte que valora los materiales industriales en estado bruto y la materia natural, surge en Europa como una reacción en contra del predominio del acero inoxidable, el plexiglás y la estricta geometría del minimal art. El que aparezca en Italia no es casual pues en este país encontramos artistas de épocas anteriores que reivindican un arte antimercantilista como fueron Manzoni, Burri o Fontana.
Los artistas ligados al Povera defendían desmantelar la jerarquía de los materiales, rechazaban el consumismo y se interesaron por las fuerzas de la naturaleza y la modernidad industrial. No formaron un colectivo como tal, pero todos emplearon el arte como punto de partida desde el que abordar la vida. Cargaron sus materiales de asociaciones a la historia de la cultura y la mitología en Italia y Europa, reflejando el presente a través del pasado. Ejercieron una crítica poética a la civilización moderna.

Mario Merz comenzó su carrera artística siendo pintor, pero a mediados de los sesenta desvió su atención hacia materiales como la tierra, los palos, el vidrio y los tubos de neón, a los que concedió poder simbólico por su origen, su crecimiento, su transparencia o su energía moderna, en función de los casos.


Mario Merz. Igloo Ticino, 1990


En 1968 halló la célula originaria del hábitat nómada humano en la forma del iglú, y a partir de él creó variaciones significativas utilizando arcilla y aplicándola sobre los nervios que formaba con vidrios y palos, paneles de plomo o de cuero.
El iglú constituyó para Merz un centro personal y su modelo del mundo, expresión de una cultura alternativa.


Jannis Kounellis. Untitled,1969
El griego Jannis Kounellis vivió y trabajó en Roma y se orientó más claramente hacia la herencia clásica, bizantina y renacentista, tratando el tema de los orígenes de la cultura y los procesos históricos de alienación en una civilización de masas.


Pistoletto. Obelisco e Terzo Paradiso, 1976-2013


Giuseppe Penone en su estudio


Pino Pascali, Trapola, 1968


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