lunes, 2 de marzo de 2020

Potente y persuasivo, el arte puede tener una función social, desafiando nuestra comprensión del mundo en que vivimos y cómo operamos dentro de él. Los artistas son reflectores, traductores y mediadores de cuestiones sociales, como la igualdad racial y de género, los derechos civiles, la política sexual, la identidad cultural y social, y la globalización. A menudo impulsados ​​por convicciones personales, los artistas a veces crean obras que actúan como ventanas, proporcionando información y enfoque en temas complejos, ofreciendo interpretaciones únicas y planteando preguntas difíciles para el espectador.